El objetivo básico de cualquier campaña de email marketing es que lean nuestro mensaje y que nos respondan.
No existe una fórmula magistral para asegurar el éxito. En cambio existen una serie de normas que nos evitarán un total fracaso. Porque no olvidemos que lo más importante del marketing es su contenido. No es suficiente con una imagen.
Muchas PyMES no pueden permitirse contratar especialistas en diseño y creativos de campaña. Pero lo que sí pueden hacer por ellas mismas es una buena redacción, atractiva, llamativa, que transmita de forma clara, concisa, directa y que consiga una respuesta positiva por parte del receptor del e-mail, bien sea a través del propio correo electrónico o por teléfono.
Para redactar un buen e-mail es necesario una buena dosis sentido común, unas gotas de creatividad y mucha claridad.
5 puntos básicos para redactar una campaña de mailing efectiva
La claridad es la clave para una buena redacción empresarial. La claridad y la comprensión transmiten mejor que nada el mensaje que queramos hacer llegar.
Una base de datos de calidad
Esto significa que debemos tener el correo electrónico de contactos interesados. No sirven los correos de las cadenas de publicidad o una base de datos que compre en la calle.
El asunto del mensaje
Este es un punto crucial. Las empresas reciben un alto número de correos electrónicos cada día, sin contar el SPAM. Un asunto que no comunica nada no será ni siquiera abierto.
Aquí es donde tenemos que romperla. Un mensaje breve, contundente, claro, que llame la atención y que incite a seguir leyendo el resto del mensaje.
Por ejemplo, no es lo mismo poner en el asunto “de interés para nuestros distribuidores” que “Noticia de la máxima importancia para nuestros distribuidores”.
Es cierto que esto exige destinar un poco de tiempo a la creatividad, pero es casi tan importante como el resto del mensaje. Y si no pasamos este filtro previo nuestro mensaje nunca será leído.
El contenido
Las personas que reciben nuestro mensaje no tienen demasiado tiempo. Necesitan conocer lo que queremos decir con una breve ojeada. No podemos dejarnos nada de lo que queramos decir, pero tampoco podemos poner información irrelevante.
Hay que escribir lo justo, de forma clara y directa, con párrafos cortos de no más de tres líneas y remarcando las ideas principales con alguna forma de remarcación (en negrita, con color, etc…) ¿Cómo? en función de lo que queramos transmitir o lo que queramos vender.
Simplemente necesitamos un poco de sentido común y seguir una línea estructurada de argumentación. En cualquier manual de marketing directo tradicional puedes encontrar las claves para escribir un buen mensaje. Eso sí. Hay que cuidar la ortografía y la gramática.
No hay nada peor que un mensaje con errores tipográficos u ortográficos. Este tipo de errores dañan la imagen de nuestra empresa y dañan nuestra reputación como profesionales. Un buen mensaje tardará poco en ser olvidado. Un mal mensaje tardará más. Si prefieres puedes contratar los servicios de un profesional que le de la forma y el estilo correcto a tu mensaje.
La firma
Todos los mensajes deben estar firmados. Es el lazo que envuelve un e-mail bien redactado. No se trata de hacerlo bonito; se trata de facilitar información como Nombre (el tuyo o el de la empresa), e-mail de respuesta, URL de la web si se tiene y un teléfono de contacto. Si ponemos la dirección, tampoco está de más, ya que estamos dando al destinatario muestras de que existimos físicamente y refuerza la credibilidad de nuestro mensaje.
Y por último, deja siempre una nota para que el receptor pueda darse de baja de tu base de datos si no desea recibir más tus mensajes. Con ello respetas la privacidad de los usuarios.
En los muchos correos que recibes encontrarás diversas fórmulas. Utiliza la que más te guste, pero no olvides ponérselo al destinatario lo más fácil posible para darse de baja.
Si tienes alguna duda o deseas compartir alguna sugerencia, te invitamos a que dejes tu comentario.